lunes, 6 de enero de 2014

Semana 5/15. Una San Silvestre "clandestina" y mi amigo ibuprofeno.

Pues sin darme cuenta ya he superado el primer tercio del entrenamiento a la Maratón de Barcelona. Las cinco primeras semanas son esencialmente de carga y volumen de kilómetros. De momento estoy "vivo" aunque con algunos problemas en la espalda que están durando más de lo que quisiera. 

En periodos vacacionales como éste en que estoy mucho rato con mi hijo pequeño de 4 años, el hecho de subirlo, bajarlo, cogerlo de la mano...altera mi hernia discal y me causa problemas. En este caso una sensación de "flojera" en mi pierna derecha que implica que cuando piso parece como si la pierna no fuera a aguantar y se fuera a doblar. No es dolor propiamente, pero es muy molesto y me impide entrenar como debiera obligándome a parar repetidamente a no ser que me tome un ibuprofeno antes. De ahí parte del título del post de "mi amigo ibuprofeno". Esta semana ha estado mucho a mi lado, más de lo que quisiera (el ibuprofeno). Si no fuera por ello podría calificar esta semana como de muy positiva, con buenas sensaciones. O sea, toca osteopatía y fisioterapia. Ya os dije que eran muy importantes estos profesionales y más cuando se es un "pupas" como yo. A ver si esta semana quedan resueltos los problemas porque cuanto más duren, más nervioso y de mal humor me pongo (lo que se conoce como "rayarse"). Tengo que aprender a llevarlo mejor, lo reconozco, pero de momento no es así.

El principio de esta semana coincidía con un viaje a Benicarló con toda la familia de mi mujer y que habían programado mis suegros para pasar el fin de año juntos. En total, 16 personas, incluidos 5 niños. Vamos, un "clan" en toda regla. Este viaje me obligaba a reprogramar un poco los entrenamientos y a encajarlos donde fuera posible. Afortunadamente he podido realizarlos todos de la manera que a continuación explico.

     -Kilómetros: 77,6
     -Sensaciones: Buenas (salvo el tema de la espalda).


     -Lunes. Pese a que tocaba un rodaje a ritmo medio (los famosos "13 de mierda" que os dije en mi anterior post), cambié este entreno por el que tenía el martes, de forma que hice cuestas, esperando hacer el rodaje en Benicarló donde nos iríamos justo después de comer. Así que de nuevo a la subida que va desde Paseo de Ronda hacia Gardeny. Arriba y abajo no sin antes, en el calentamiento, tener que parar varias veces por los problemas de espalda que ya eran incipientes. Parece mentira, pero a base de hacer cuestas se van subiendo cada vez con una mayor soltura y eso que no somos muy "amigos".

    Como es un entrenamiento que he ido repitiendo en anteriores semanas puedo comparar ritmos y esta vez pude comprobar que todo iba saliendo cada vez mejor. Satisfacción, por tanto.

     -Martes. El día 31 me tocaba hacer el rodaje de los 13 kilómetros. No obstante, muchos días antes de desplazarnos quisimos informarnos de si en Benicarló se corría alguna San Silvestre para poder ir todos los mayores antes de la cena de Fin de Año. Me costó mucho encontrar información. Localicé comentarios en algunas webs y blogs que hablaban de su existencia con información contradictoria especialmente en cuanto a su longitud, pero ninguna web específica. Después de varios días de búsqueda infructuosa, opté por llamar al Ayuntamiento y me dieron el teléfono del club de atletismo que la organizaba. Llamé varios días seguidos y nadie contestaba. Seguía sin haber ninguna información en internet. Finalmente, a poco de irnos, me llamó el número de teléfono al que yo llamaba. Era el presidente del club de atletismo que creía que el que llamaba era algún comercial para ofertar algún producto y al ver de mi insistencia me devolvió la llamada. Parece ser que para los asuntos atléticos el teléfono que me tenían que haber dado era otro. Después de resolver el malentendido me explicó amablemente que sí que se corría la carrera, que era de 3,2 km, muy festiva y que las inscripciones se hacían el mismo día por la tarde ante la puerta de la iglesia (la carrera era a las 19.30 h).

   Así que decidí que iría a inscribirnos a todos, haría mi entrenamiento y luego correría con toda la familia los 3,2 km. Total, tampoco era gran cosa y los mayores no corren demasiado para mi, por lo que el ritmo no sería ningún problema.

     A las 17.30 me dirigí al lugar donde se hacían las inscripciones con Pau, mi cuñado más joven. En una mesa tipo cámping un señor solitario nos dio una tarjeta para inscribirnos que teníamos que llevar colgada en la camiseta con nuestros datos. Sin tomar nota de los nombres, ni nada. Por supuesto de chip, ni hablamos. De hecho, para inscribirse sólo había que llevar alimentos no perecederos que se donarían a gente necesitada. Hecha la gestión, me fuí a correr mis 13 kms. por el paseo, por entonces muy solitario, que une Benicarló con Peñíscola hasta completar casi en la puerta del hotel los 13 kms a media 5.01'. Desde allí nos dirigimos a la "carrera". Habría unas 300 personas, más o menos, y tampoco supe divisar con claridad si alguno de ellos iba a disputarla. Nos colocamos en medio de una calle (ni idea dónde estaba la salida, pues no había ni un arco, ni una alfombra, ni una señal en el suelo) y salimos. Mi intención era ir con mi mujer al lado pero se nos unió más parte de la familia. La sorpresa mayor fue ver cómo a los 2,2 km llegábamos a meta... sí, 2,2 km. ¿Una carrera, una serie, un calentamiento...?. Da igual, el caso es que allí estuvimos. Ahora bien, todo este cúmulo de circunstancias me ha llevado a calificar esta San Silvestre como "clandestina" en el título del post. Para más guasa, ni los del hotel, que son de allí, sabían que se corriera. 

  Adjunto un par de fotos de los valientes corredores:


 



   















     Miércoles. Día de descanso. Se agradeció porqué nos fuimos a dormir tarde la noche de fin de año y quedaba el viaje de vuelta, maletas, niños...

     Jueves. Como todos los jueves, día de calidad, o lo que es lo mismo, día de sacar las tripas. En esta ocasión, como en muchas otras, conté con la inestimable ayuda de mi hermano que me haría de liebre, Tocaban las 3 mismas series largas de hacía un par de semanas, que me había tocado hacer en la cinta, y en las que "pinché" en la la última, o sea, que paré antes de acabarla. Pero esta vez la cosa fue diferente, mucho mejor. En nuestro circuito habitual de "Ciutat Jardí" las pude hacer prácticamente al ritmo marcado no sin sufrir lo que no está escrito. Menos mal que no había nadie por allí, porqué mi respiración en la última serie podía oirse a kilómetros de distancia. La verdad es que contar con alguien que está tan en forma como él y que te marca tan bien los ritmos es un lujo, lo que no quita que tuviera que esforzarme muchísimo. Eso sí, la satisfacción que te queda cuando completas un entrenamiento como éste es enorme y te eleva la moral muchísimo al ver que vas progresando.

     Viernes.- Rodaje lento. 12 km que también compartí con Héctor y en los que la espalda me dio muchísima guerra. En los 4 primeros kilómetros tuve que parar varias veces a estirarla porque parecía que no podía correr. Luego con bastantes molestias pude completar un entrenamiento que tenía ganas de acabar por esas sensaciones.

     Sábado.- Descanso.

     Domingo.- Tirada 20 km. En realidad este entrenamiento corresponde hacerlo los sábados, pero no puedo evitar quedar con los compañeros del Km0 para compartir los rodajes ya que, como dije en mi anterior post, estos son los momentos en los que más disfruto corriendo y más ahora en que los ritmos son prácticamente coincidentes (los que tocan con los que corremos en grupo). De ahora en adelante no habrá domingo en que se baje de 20 kms.

     Al final hice 21,1 km (media maratón) a ritmo 5.12' aunque tuve que parar a tomarme un ibuprofeno a medio camino. Las sensaciones, sin embargo, fueron muy buenas y acabé con la sensación de que podía correr bastantes más kilómetros y apenas cansado.

    Como llevábamos reportero adjunto un par de fotos.


     Los Sánchez brothers.




No puedo dejar de comentar, como ya he publicado en Facebook, el que ha sido mi regalo de Reyes: la inscripción a la maratón de Nueva York de noviembre. Queda mucho, pero mi mujer me ha regalado lo que más ilusión en el mundo podía hacerme. Esa experiencia merecerá su blog, supongo. Espero que la salud me respete para poder disfrutarla tanto como deseo. Pero de momento, Barcelona. Aún queda mucho y la espalda se ha propuesto ponerme las cosas difíciles.

Ya os contaré.

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