viernes, 17 de enero de 2014

Semana 6/15. Houston, tenemos un problema.


Como muchos me habéis hecho notar, esta semana aún no había escrito mi crónica semanal en el blog y es cierto. ¿La verdad?. No me apetecía en absoluto, para ser sincero.

Y es que como recordaréis, acababa mi último post comentando que mi espalda se había propuesto ponerme las cosas difíciles. Pues vaya si lo está haciendo. Prácticamente dos semanas en que literalmente me "ha dado por saco" todo lo que ha querido y más. Y de momento sigue.

Ya he dicho en otras ocasiones que soy un "pupas". Todo me pasa. Y claro, ahora que llevo un tiempo con esta dolencia y entrenando de pena, tampoco es de lo más satisfactorio tener que explicar cómo me ha ido la semana. Sé que cuando inicié el blog dije que se trataba de compartir sensaciones, experiencias...y por eso vuelvo a escribir. Es un poco como la promesa del matrimonio: "en la salud y en la enfermedad". Bueno, pues ahora toca enfermedad. Porqué tened por seguro que si consigo mi fita, no habrá espacio suficiente en un millón de blogs para que os lo cuente. 

Hay veces que me río de tantas cosas que me pasan; otras, como ahora, estoy que me subo por las paredes. Bipolar total. No he completado un solo entrenamiento de maratón en que no haya tenido alguna lesión y además engorrosa. Pero bueno, no me queda otra que ponerme en manos de los expertos profesionales, que de hecho es lo que estoy haciendo, y esperar a que todo se solvente, aunque no va a la velocidad que yo querría. 

Porque de parar de entrenar, ni hablamos. ¿Debería?. No sé, pero no me apetece. Los beneficios que me aporta el correr compensan y superan el dolor que ahora me produce. Siempre lo he hecho así hasta que el cuerpo me ha dicho "basta". Entonces, a parar toca por narices.

Más de uno que lea el anterior párrafo se tirará de los pelos. Y sí, yo soy el primero que defiende que hay que escuchar al propio cuerpo y hacerle caso porque avisa. Pero sinceramente, hasta que ya no puedo más, no suelo hacerle caso. Y es que el correr es una "droga": te libera de las tensiones del día a día, te otorga momentos para tí, te hace sentir feliz y saludable...estoy muy enganchado. De hecho, cuando en alguna ocasión he parado varios días, mi vitalidad se ha resentido: estoy más alicaído, desganado...no tengo mi ración de endorfinas y las echo en falta.

La verdad es que verme en algún entreno esta semana era de pena, salvo ibuprofeno previo: parando cada dos por tres, medio cojo, sufriendo lo indecible...pero casi lo he hecho todo. No nací en Zaragoza, pero soy más maño que La Pilarica. Y desde luego nadie podrá decirme que no me esfuerzo entrenando y no hago todo lo que está en mi mano para lograr los objetivos.

Sé que no soy un ejemplo de nada y menos de sentido común en el caso de correr,  pero estos son mis sinceros pensamientos, buenos o malos. Podéis discutirlos, rebatirlos o comentarlos, por supuesto.

Llevo ya varias sesiones de osteopatía-fisioterapia, la última hoy mismo, y aunque tengo mucha fe tanto en la gran profesional a la que acudo, como en la propia técnica, el hecho de ver que no se soluciona YA me pone a ratos nervioso y de mal genio y a ratos me llena de apatía e indiferencia...ya digo, una catarata de sentimientos que todavía no he aprendido a gestionar. Estuve mirando la fechas de la Maratón de Madrid por si al final tengo que parar obligatoriamente y no puedo ir a Barcelona. Pero deseo firmemente correr esta maratón y hacerlo en óptimas condiciones.

Como consecuencia de todo ello, mis entrenos de este año ni se parecen a los del año pasado que guardo como tantos otros. Les eché un ojo ayer y me quedé incluso sorprendido de lo bien que estuve entrenando. Por ahora, estoy infinitamente lejos de ese nivel. Eso sí, tengo que dar mucho las gracias a Iván, el entrenador, porque está a mi lado preguntándome, preocupándose, animándome...y eso para mi vale lo que no está escrito. Y además cada día me conoce más y no hablo sólo de forma física.

Muchos de vosotros que os habéis encontrado en una situación parecida, igual reaccionáis de forma diferente; otros y otras, seguro que de forma muy parecida. Yo lo único que quiero es recuperarme y correr sin problemas, más rápido o más lento, pero correr.

Vamos ya a la semana que si no esto no tiene fin.

     -Kilómetros: 66
     -Sensaciones: ¿Hace falta ponerlo?.

     -Lunes día 6/1 (día de Reyes). Iván nos dijo que el entrenamiento era opcional este día. Para el que quisiera, 60' de carrera continua sin pretensiones. En mi caso, desde luego que descanso. Lo bueno de este día fue el regalo que ya os comenté: el viaje a la Maratón de Nueva York.


La primera pregunta que lógicamente me asalta es: ¿podré ir?. ¿Estaré lesionado otra vez?. Además, según me dicen los Reyes, el importe no es reembolsable. Buff...qué presión. Prefiero no pensar.

     -Martes. Los famosos "13 de mierda" han crecido y se han convertido en los "14 de mierda". Rodaje a ritmo medio (5.06'). En esta ocasión compartimos calentamiento con Héctor para después él irse a hacer series y yo a agonizar con lo de siempre: paradas cada dos por tres, molestias y flojera en la pierna. 

     -Miércoles. Descanso. Aquí Iván me dió descanso pensando en mi espalda. 

     -Jueves. El día "D" de duro. Ya sabéis que es el día en que tocan las series "heavies". En este caso, 3 series largas, la del medio de 5 kms. ¿5 Kms es una serie o una carrera?. Podríamos discutir horas. Pues bien, si a mis conocidas dolencias le sumas haber dormido mal, no haber tomado un ibuprofeno y el cuerpo machacado que te deja una sesión de fisio-osteopatía (había ido el día anterior), os podréis representar el panorama. Aunque llevaba a Héctor de libre, la cosa fue un desastre. La primera serie aún salió medianamente bien. Ahora, el 5 km se convirtió en un 2x2500 porque me veía incapaz de acabar la serie. La última, ya solo porque Héctor tenía que irse, también con varias paradas. Sí, completé los 15 km totales, pero de qué manera.

     Viernes. 12 km a ritmo lento. Los viernes es un día en que normalmente viajo a El Pont de Suert donde tengo un despacho y atiendo a los clientes.Ello supone que después del viaje (120 km de ida y otros tantos de vuelta) y no parar de trabajar, los entrenos suelen salir un churro, pero ya cuento con ello. El hecho de que toque el más light de la semana, ayuda. Pues aquí más de lo mismo, 12 km con varias paradas, dolor, cansancio...en fin, "gloria bendita".

     -Sábado. Descanso (tocaban 10 km a ritmo suave pero me los salté para dar descanso a la espalda y viendo lo que tocaba al día siguiente).

     -Domingo. Tirada de 25 km. Aquí ya no vacilé: ibuprofeno antes de empezar y listo. 25 kms. eran demasiados para ir sufriendo. Como siempre, quedada con la gente del Km0 a las 8 de la mañana del domingo. En esta ocasión también se había unido mucha gente del gimnasio Ekke (el mío) e incluso teníamos 5 chicas entre los asistentes, lo cual es bastante inusual por desgracia. 

Si no sientes dolor y como he dicho otras veces, estos son los momentos que más me gustan de todo el entrenamiento, pues "feliz como una perdiz". Hablas con unos y con otros, comentas, ríes...compartes esos momentos de libertad. Algunos compañeros se dieron la vuelta pronto para completar unos 15 km, otros 20, otros "salvajes" iban a por 32 km....y casi al final me quedé solo con otro amigo para acabar completando los 25 solo del todo. 

Los 3 últimos kilómetros se me hicieron duros. Volví a experimentar la sensación, aunque en menor medida, de pesadez de piernas que se tiene en la maratón. Ya va bien, no sea que me olvide. Además hacía mucho, mucho tiempo que no corría tantos kilómetros. Al final, la media de 5.10' me dejó satisfecho.

Aunque no estamos todos, ni mucho menos, cuelgo una foto que hicimos en un momento determinado de la tirada (hay muchísimo nivel entre los que salen...y desde luego no soy yo el que lo da):


Bueno, pues para no querer escribir, he escrito un montón. Ya veis que no puedo contar demasiadas alegrías, pero este "mal rato" es parte del entrenamiento o mejor dicho, suele ser parte de MI entrenamiento.

No quiero dejar de desear toda la suerte del mundo a mis amigos que este fin de semana corren la Maratón de Tarragona, entre ellos, Héctor. A él, si las cosas van normal, no le hará falta mucha porqué está como una bestia.

Ah, y también a Iván, que participa en la Cursa de Sant Antoni de Barcelona. Él no corre, vuela. ¿Cómo narices se pueden correr 10 kms. a 3.00' si yo no me hago ni una serie de 200 m.?. Qué caprichosa es la genética....

Como siempre, ya os contaré. Esta vez espero, aunque no lo garantizo, que puntualmente. Y a ver si toca alguna alegría...que ya va siendo hora.

lunes, 6 de enero de 2014

Semana 5/15. Una San Silvestre "clandestina" y mi amigo ibuprofeno.

Pues sin darme cuenta ya he superado el primer tercio del entrenamiento a la Maratón de Barcelona. Las cinco primeras semanas son esencialmente de carga y volumen de kilómetros. De momento estoy "vivo" aunque con algunos problemas en la espalda que están durando más de lo que quisiera. 

En periodos vacacionales como éste en que estoy mucho rato con mi hijo pequeño de 4 años, el hecho de subirlo, bajarlo, cogerlo de la mano...altera mi hernia discal y me causa problemas. En este caso una sensación de "flojera" en mi pierna derecha que implica que cuando piso parece como si la pierna no fuera a aguantar y se fuera a doblar. No es dolor propiamente, pero es muy molesto y me impide entrenar como debiera obligándome a parar repetidamente a no ser que me tome un ibuprofeno antes. De ahí parte del título del post de "mi amigo ibuprofeno". Esta semana ha estado mucho a mi lado, más de lo que quisiera (el ibuprofeno). Si no fuera por ello podría calificar esta semana como de muy positiva, con buenas sensaciones. O sea, toca osteopatía y fisioterapia. Ya os dije que eran muy importantes estos profesionales y más cuando se es un "pupas" como yo. A ver si esta semana quedan resueltos los problemas porque cuanto más duren, más nervioso y de mal humor me pongo (lo que se conoce como "rayarse"). Tengo que aprender a llevarlo mejor, lo reconozco, pero de momento no es así.

El principio de esta semana coincidía con un viaje a Benicarló con toda la familia de mi mujer y que habían programado mis suegros para pasar el fin de año juntos. En total, 16 personas, incluidos 5 niños. Vamos, un "clan" en toda regla. Este viaje me obligaba a reprogramar un poco los entrenamientos y a encajarlos donde fuera posible. Afortunadamente he podido realizarlos todos de la manera que a continuación explico.

     -Kilómetros: 77,6
     -Sensaciones: Buenas (salvo el tema de la espalda).


     -Lunes. Pese a que tocaba un rodaje a ritmo medio (los famosos "13 de mierda" que os dije en mi anterior post), cambié este entreno por el que tenía el martes, de forma que hice cuestas, esperando hacer el rodaje en Benicarló donde nos iríamos justo después de comer. Así que de nuevo a la subida que va desde Paseo de Ronda hacia Gardeny. Arriba y abajo no sin antes, en el calentamiento, tener que parar varias veces por los problemas de espalda que ya eran incipientes. Parece mentira, pero a base de hacer cuestas se van subiendo cada vez con una mayor soltura y eso que no somos muy "amigos".

    Como es un entrenamiento que he ido repitiendo en anteriores semanas puedo comparar ritmos y esta vez pude comprobar que todo iba saliendo cada vez mejor. Satisfacción, por tanto.

     -Martes. El día 31 me tocaba hacer el rodaje de los 13 kilómetros. No obstante, muchos días antes de desplazarnos quisimos informarnos de si en Benicarló se corría alguna San Silvestre para poder ir todos los mayores antes de la cena de Fin de Año. Me costó mucho encontrar información. Localicé comentarios en algunas webs y blogs que hablaban de su existencia con información contradictoria especialmente en cuanto a su longitud, pero ninguna web específica. Después de varios días de búsqueda infructuosa, opté por llamar al Ayuntamiento y me dieron el teléfono del club de atletismo que la organizaba. Llamé varios días seguidos y nadie contestaba. Seguía sin haber ninguna información en internet. Finalmente, a poco de irnos, me llamó el número de teléfono al que yo llamaba. Era el presidente del club de atletismo que creía que el que llamaba era algún comercial para ofertar algún producto y al ver de mi insistencia me devolvió la llamada. Parece ser que para los asuntos atléticos el teléfono que me tenían que haber dado era otro. Después de resolver el malentendido me explicó amablemente que sí que se corría la carrera, que era de 3,2 km, muy festiva y que las inscripciones se hacían el mismo día por la tarde ante la puerta de la iglesia (la carrera era a las 19.30 h).

   Así que decidí que iría a inscribirnos a todos, haría mi entrenamiento y luego correría con toda la familia los 3,2 km. Total, tampoco era gran cosa y los mayores no corren demasiado para mi, por lo que el ritmo no sería ningún problema.

     A las 17.30 me dirigí al lugar donde se hacían las inscripciones con Pau, mi cuñado más joven. En una mesa tipo cámping un señor solitario nos dio una tarjeta para inscribirnos que teníamos que llevar colgada en la camiseta con nuestros datos. Sin tomar nota de los nombres, ni nada. Por supuesto de chip, ni hablamos. De hecho, para inscribirse sólo había que llevar alimentos no perecederos que se donarían a gente necesitada. Hecha la gestión, me fuí a correr mis 13 kms. por el paseo, por entonces muy solitario, que une Benicarló con Peñíscola hasta completar casi en la puerta del hotel los 13 kms a media 5.01'. Desde allí nos dirigimos a la "carrera". Habría unas 300 personas, más o menos, y tampoco supe divisar con claridad si alguno de ellos iba a disputarla. Nos colocamos en medio de una calle (ni idea dónde estaba la salida, pues no había ni un arco, ni una alfombra, ni una señal en el suelo) y salimos. Mi intención era ir con mi mujer al lado pero se nos unió más parte de la familia. La sorpresa mayor fue ver cómo a los 2,2 km llegábamos a meta... sí, 2,2 km. ¿Una carrera, una serie, un calentamiento...?. Da igual, el caso es que allí estuvimos. Ahora bien, todo este cúmulo de circunstancias me ha llevado a calificar esta San Silvestre como "clandestina" en el título del post. Para más guasa, ni los del hotel, que son de allí, sabían que se corriera. 

  Adjunto un par de fotos de los valientes corredores:


 



   















     Miércoles. Día de descanso. Se agradeció porqué nos fuimos a dormir tarde la noche de fin de año y quedaba el viaje de vuelta, maletas, niños...

     Jueves. Como todos los jueves, día de calidad, o lo que es lo mismo, día de sacar las tripas. En esta ocasión, como en muchas otras, conté con la inestimable ayuda de mi hermano que me haría de liebre, Tocaban las 3 mismas series largas de hacía un par de semanas, que me había tocado hacer en la cinta, y en las que "pinché" en la la última, o sea, que paré antes de acabarla. Pero esta vez la cosa fue diferente, mucho mejor. En nuestro circuito habitual de "Ciutat Jardí" las pude hacer prácticamente al ritmo marcado no sin sufrir lo que no está escrito. Menos mal que no había nadie por allí, porqué mi respiración en la última serie podía oirse a kilómetros de distancia. La verdad es que contar con alguien que está tan en forma como él y que te marca tan bien los ritmos es un lujo, lo que no quita que tuviera que esforzarme muchísimo. Eso sí, la satisfacción que te queda cuando completas un entrenamiento como éste es enorme y te eleva la moral muchísimo al ver que vas progresando.

     Viernes.- Rodaje lento. 12 km que también compartí con Héctor y en los que la espalda me dio muchísima guerra. En los 4 primeros kilómetros tuve que parar varias veces a estirarla porque parecía que no podía correr. Luego con bastantes molestias pude completar un entrenamiento que tenía ganas de acabar por esas sensaciones.

     Sábado.- Descanso.

     Domingo.- Tirada 20 km. En realidad este entrenamiento corresponde hacerlo los sábados, pero no puedo evitar quedar con los compañeros del Km0 para compartir los rodajes ya que, como dije en mi anterior post, estos son los momentos en los que más disfruto corriendo y más ahora en que los ritmos son prácticamente coincidentes (los que tocan con los que corremos en grupo). De ahora en adelante no habrá domingo en que se baje de 20 kms.

     Al final hice 21,1 km (media maratón) a ritmo 5.12' aunque tuve que parar a tomarme un ibuprofeno a medio camino. Las sensaciones, sin embargo, fueron muy buenas y acabé con la sensación de que podía correr bastantes más kilómetros y apenas cansado.

    Como llevábamos reportero adjunto un par de fotos.


     Los Sánchez brothers.




No puedo dejar de comentar, como ya he publicado en Facebook, el que ha sido mi regalo de Reyes: la inscripción a la maratón de Nueva York de noviembre. Queda mucho, pero mi mujer me ha regalado lo que más ilusión en el mundo podía hacerme. Esa experiencia merecerá su blog, supongo. Espero que la salud me respete para poder disfrutarla tanto como deseo. Pero de momento, Barcelona. Aún queda mucho y la espalda se ha propuesto ponerme las cosas difíciles.

Ya os contaré.